Según Miguel esto no son acericos para colocar en la muñeca, son " manilletes" (no se si es porque se ponen en la mano y parecen ramilletes....) pero la palabra tiene su gracia, así que cuando ayer se los regalé a "mis costureras" ya les avisé de cual era el nuevo nombre...
Como toda buena clausura, concluimos el curso con una merienda estupenda, cada una llevó una delicatesen y pasamos un rato (otro más) estupendo. Estas chicas además de buenas con la aguja, en los fogones no tienen rival, ¡jajaja!
A ver si ahora con el parón del verano alguna estrena su manillete...! en fín, ya me contarán a la vuelta de vacaciones.
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